Charla del pasado con fondo de violín. [Privado: Arthur] [Quizás R-18 o quizás no]

-Entonces ¿que es esto?-dejé de forcejear, pues no servía para nada, para mirarle con el ceño fruncido- ¿una especie de juego, una prueba de tu autocontrol? ¿Si me pegas, pierdes?

La situación comenzaba a enfadarme y desesperarme un poco; estar atrapado entre los brazos de Scott, a merced de lo que el quisiera hacer o decir estaba jugando demasiado con mi sistema nervioso. Encaré a Scott de muy cerca, mirándole directamente a los ojos, verde contra verde.

-No me gusta hacer pactos con el diablo.- le susurré, entre desafiante y molesto- Así que dejame ir de una vez.

Notaba como poco a poco mi mente empezaba a enturbiarse con sentimientos como: molestia, desagradado, inestabilidad, ira, mosqueo...
Tantos sentimientos negativos que me obligué a mí mismo mientras enfrentaba la mirada de mi hermano con la mía. - No has respondido a mi pregunta. le espeté mientras cortaba lo último como si fuese un filo hilo y mis palabras cuchillos afilados.

La mente viajó atrás en el tiempo, memorizando las tantas veces en que mi hermano y yo hemos estado juntos, jugando un sinfín de horas; y ahora, me doy cuenta que no es lo mismo.
Me he ganado la fama de "monstruo". Un ser vil que no merece estar con su 'hermano favorito', y ahora es como un enemigo más a la larga lista.
- Iggy....yo... lo siento... murmuré, apartando la mirada a un costado y estrechándolo con mí pecho, repitiendo la última palabra con un susurro que suena dolido y verdaderamente sincero.

Me dejé abrazar esta vez por mi hermano, suspirando un poco, mientras llevaba mis manos a su cabello y lo acariciaba un poco. En estas ocasiones no sabía decir quién de los dos era el hermano mayor. Si te parabas a pensarlo, Scott parecía un niño a merced de sus propios cambios de personalidad: en un extremo la que odiaba, en otra la que estaba mostrando ahora mismo, por la cual nunca pude hacerle daño.

-Tú nunca respondes a las mías...-respondí, aunque no me importaba realmente.- Y ya se que lo sientes... I know it very well...

No podía aparentar que no seguia teniendo un poco de miedo de mi hermano, pero en ese momento simplemente lo dejé estar.

Mascullé palabras que se ahogaban con el sonido de la semi-acallada voz angustiada, pensando las palabras que necesitaba expresarle a mi hermano. - Pues poco demuestras... murmuré, sujetando el cigarro con los labios mientras mi mente deambulaba descontrolada entre la ira y la pena.

Arrugando un poco sus ropas, puedo apreciar la calidez que se marca con el simple agarre de mis manos contra su prenda; un calor humano que para cualquier francés podría ser el tacto más sexualmente atrayente posible.
Quizás, para muchos sería un tacto simplón y sin significado, pero mi mente expresa millones de sensaciones, palabras o recuerdos. Son muchos, tanto, que no puedo evitar inhalar el aroma de la colonia de mi hermano; siempre y cuando guardando silencio. (Cosa rara en mí).

-¿Cómo se demuestra eso?-murmuré, molesto.- I don't know what do you want me to do...

No llevaba la cuenta de cuánto tiempo llevaba mi hermano manteniéndome atrapado en un abrazo, pero para mí estaba siendo demasiado. Además de no ser una persona que tolerara especialmente el contacto físico, el hecho de que se tratara de Scott lo hacía más incómodo. ¿He de mencionar que mis nervios aún no se iban..? Mi hermano inhaló mi aroma de pronto; esos gestos suyos me desconcertaban aún más.
Volví a intentar soltarme, esta vez con menos brusquedad.

Notando como él forcejeaba suavemente, aflojé un poco, pero si soltarle del brazo mientras sonreía levemente. Una mezcla de peligro y alegría se asomaba con descaro entre mis dientes blancos. - Te haré una confesión. Comencé a decir sin dejar que hablase en ningún momento. - Tú, eres mi hermano mimado. Pero, eso no quiere decir que te vaya a tratar bien... Añadí, notándome un poco nervioso. - Pero es porque eres idiota de por sí, bugger. finalicé, jodiéndolo todo como siempre.

No se me daba bien expresarme en estos temas demasiado "afectivos", pero puedo decir, que al menos se lo he dicho. A pesar de que no quería decirlos con esas palabras.

Scott aflojó el abrazo, pero aun así se negaba a dejarme ir...ah, era una interesante analogía de nuentra relación.

-Si yo soy tu hermano mimado, no quiero imaginarme cómo tratas al resto- mascullé entre dientes. Además, ¿a qué había venido el insulto del final? Realmente me molestó mucho.- Y si soy idiota lo habré heredado de mi big brother.-añadí.

Me golpeé mentalmente por lo que acababa de decir. God, acababa de llamar idiota a Scott... de verdad debía sentirme suicida hoy.

¡Ya basta de contemplaciones y misericordia, parece que no puedo tener una conversación mínimamente cordial! ¡¡Joder!! Pensé, maldiciéndome a su vez por no haber hecho otra cosa que no sean solo palabras. Maldito el diálogo que solo es el instrumento de los débiles y de los idiotas como mi hermano.

Dejé a un lado el abrazo cálido por un agarre frío y metálico, donde los ojos de color verde se vuelven claros como cual serpiente Óxifelix. (Serpiente arboleda) - Little bugger... gruñí, alzando un poco a mi hermano del suelo. Quizás dos dedos, o quizás un palmo,no sé.

Mi hermano es muy imprudente al haberme dicho eso, y eso le va a costar caro su "intento de hazaña". - ¿Sabes lo que les hago a los bichos que me resultan molestos e inútiles? aventuré en un gruñido.

Decididamente era un maldito suicida... había conseguido cabrear a mi hermano despues de estar todo el tiempo andando en la cuerda floja y casi haber conseguido salir indemne. Damn it...
Mi mente se debatía entre dos opciones; la de seguir con mi masoquismo y contestarle de forma mordaz o la de buscar algún tipo de forma de salir de la situación conservando mi integridad física.

-...no me interesa.-respondí al final. No sabía muy bien a qué opción se correspondía esa respuesta.- Déjame en el suelo, Scott.-le dije (ni pedí ni ordené) con la voz un poco entrecortada.

((Disculpa la demora D: No puedo tocar mucho el pc xDDD))

Su respuesta no me alegró, en absoluto, podría añadirle a mis pensamientos cosas que podría hacerle a mi hermano en este momento: Romperte un brazo, depilarle las cejas (?), emborracharlo con la pequeña petaca de whisky escocés que guardo en el bolsillo siempre...
Un sinfín de cosas que al fin de cuentas, solo yo soy capaz de hacérselas vivir a este inglés contestón, y sobretodo débil.

Acerqué la cabeza cerca de su oído, en una zona realmente acogedora para poder arrancarle su oreja. Lamentablemente, eso no me iba a beneficiar en este momento que necesitaba darle una lección a mi mimado hermano. Apartaré las cursilerías, los tratos compasivos y los momentos de "buen chico" para mis momentos en soledad; ya que mi hermano no los acepta.
- Mala respuesta... susurré, ignorando completamente aquello que dijo al final. ¡Agallas tiene para decirme que lo baje como si nada!.

Definitivamente, Arty se va a llevar un buen castigo por mi parte; un castigo que quizás para él será el primer paso hacia el infierno.
- A todo insecto como tú que responde incorrectamente y no me muestra respeto, lo trato como a mis "bitches". Añadí antes de propinarle a mi hermano un suave roce entre mi lengua y su oído.
Los brazos aferraron el cuerpo de mi hermano, intentando inmovilizarlo completamente, intentando que mi propio hermano fuese ese pelele que él mismo se a pedido ser por su arrogancia y su rivalidad hacia mi persona.

-Pues yo no soy una de tus "bitches"....a-así que déjame en paz, Scott.- contesté, con un leve tmblor en la voz. El agarre de mi hermano se hizo más fuerte, intentando inmovilizarme y dejarme indefenso. La alarma se encendió dentro de mi cabeza al comprender que lo que iba a venir no era nada bueno.

Ya había desaparecido el Scott que apreciaba para aparecer el que detesteba, al que no le importaba si yo era su hermano o no. tenía que hacer algo pronto o acabaría muy mal parado.
-T-te lo advierto, Scott...sabes que soy un arma, y p-puedo... puedo defenderme de tí, así que...-el agarre de mi hermano me dejaba poco espacio para respirar. Tragué saliva, ganando firmeza en la voz- puedo llegar a hacerte daño...

Escuchar las palabras de mi propio hermano con ese tono, solo conseguían sacar una voraz sonrisa descara. - Serías capaz de... me acerqué lentamente hacia su rostro, oliendo su común aroma por la fragancia de su propia colonia. - ¿...dañar a tu familia? Intenté que esa pregunta pesara tanto como una losa de hierro sobre mi hermano.

En el fondo, sé que mi hermano ama a su familia tanto como a él mismo, por ello, no creo que sea capaz de dañarme gravemente...¿o sí?. Ya nada puedo esperar de él.
- ¿Qué diría madre si viese que me estás amenazando? Susurré, clavando una mirada peligrosa sobre su mirada temida hacia mis acciones. - Seguro que se pondría bastante triste... Añadí, obligando sutilmente a mi propio hermano a que se acercase poco a poco y que las cabezas se acercasen cada vez más cerca.

Si me daba la gana, podía violarlo como muchas esas veces...pero... ahora no sé que hacerle. Podría calentarlo sutilmente, molestarlo hasta que se sonrojara, e incluso pervertirlo tanto que pueda llegar a perder el conocimiento. Todo eso suena muy divertido, pero ahora no sé que hacer. - Yo nunca te haría daño... siseé como intento de persuasión, pues en el fondo es verdad, no puedo dañar a mi hermano aunque quisiese.

No podía creer que hubiera sido tan rastrero ..."¿Qué diría madre si viese que me estás amenazando?" Era un imbecil...un imbecil manipulador, porque sabía qué decir para mantenerme a raya.

-No meciones a mother...n-no la metas en esto.-susurré, estaba tan cerca que no necesitaba levantar la voz para que me oyera. Noté la vacilación en sus ojos al no saber cual sería el siguiente paso que daría, llegados a este punto solo quedaban dos salidas posibles; dejarme ir o terminar de hacer lo que se supusiera que estaba haciendo. Decía que nunca me haría daño, pero..- Si que me lo haces.
Siempre acababa por hacermelo, físico o no... Sin nada más que pudiera hacer -resistirme era inutil, así que me rendí-, miré a mi hermano, esperando su decisión.

Al escuchar la respuesta de mi hermano, alcé una ceja sin haber impresionado lo que dijo, puesto que era obvio que él no quería que los familiares formaran parte de estas disputas fraternales. - Ella no le hubiera gustado que nos peleáramos. Al contrario, seguramente le hubiera encantado saber que a pesar de nuestras diferencias, estamos 'hablando' como buenos hermanos. Sonreí como un vampiro apunto de colmillar a la presa aterrada y desvalida, pero quería seguir este 'juego'.

- Sabes que te trato con mucho cuidado, Arty... Susurré mientras acariciaba su cara con una de mis manos, sonriendo con una falsa calidez que no tardó en tornarse en un gesto de malicia.

Poco a poco, la distancia entre las caras de ambos, era ínfima y eso hice que mis dientes mordieran sus labios suavemente, provocándolo como hace sus años. Puesto que Iggy no aceptaba en cierto modo el "incesto" fraternal, pero eso no quitaba que se sonrojase mucho al sentirnos ambos en un momento tan íntimo.

Me quedé estático cuando mi hermano rozó mis labios con sus dientes. Creo que hasta me olvidé de respirar. Poco a poco noté como el calor iba encendiendo mis mejillas y lo odié, bloody hell, siempre la misma reacción. Podría sobreponerse el asco, el rechazo, o cualquier otra emoción, pero no; siempre la verguenza. ¿Porqué mierda no le estaba empujando otra vez? Solo moví la cabeza a un lado, intentando alejar mis labos de los de él.

-¡N-no hagas eso, damn it!-protesté, intentando alejar la cabeza lo más que podía.- ¡Esto se puede considerar incesto! ¡Y-y eso es... a-asqueroso!

El corazón me latía con demasiada fuerza a causa de los nervios, como si hubiera estado corriendo una maratón. Si Scott seguía con sus juegos probablemente me daría un para cardiaco.

Sonreí levemente al escuchar su protesta, eso era la mar de perfecto, puesto que era como una señal que avisaba de que el juego sería interesante.
- ¿Y si es asqueroso porqué te sonrojas, idiot? Acaricié su mejilla encendida, casi parecía una de esas bolas rojizas navideñas que con la luz aumenta su tonalidad y su brillo. Verlo de esa manera era lo mejor de este momento.

- Venga...No puedes negar algo que te gusta. Susurró, volviendo a girar un poco la cara de mi hermano para besarlo con un poco de fuerza, sin dejarle responder a lo que acababa de decir. Y no era para menos. Desde hace muchos años, mi 'afecto' único hacia mi hermano me a hecho llegar a una conclusión. Obviamente, esa conclusión no pienso decírsela puesto que no sería divertido.

Aprovechando que los labios estaban juntos y forzados, introduje la lengua para empezar a jugar con la suya, un gesto que podría apostar por mi kilt a que recibirá supuestamente un ben subidón corporal. Es tan inocente...

Jadeé levemente cuando la lengua de Scott invadió mi boca si que pudiera evitarlo. Mis manos, que se mantenían aplastadas entre los dos se aferraron a su camisa, clavándole los dedos y las uñas en el pecho. Si tranformara mi brazo en arma lo atravesaría, esa idea giraba en mi cabeza mientras era besado de forma poco cuidadosa por mi hermano, pero sabía que no lo podría hacer. Scott tenía razón; no podía hacerle daño.
Sin embargo empezaba a quedarme sin aire y a él no parecía importarle. Esquivando su lengua con la mia, mordí con fuerza su labio inferior haciendo que rompiera el beso, tomando aire a bocanadas.

-Bloody...g-git...-jadeé.

La cara me ardía así como el resto de mi cuerpo. Él tenía razón, si para mí era asqueroso, ¿porqué estas reacciones?.

Ese beso consiguió que mi cuerpo ardiera suavemente, tanto que parecía que habían puesto el la estufa en el invierno a baja potencia.
Fue un beso forzado, largo, sin necesidad que esto tuviera un límite. Pero todo tiene un limite importante. El aire.

El mordisco que me propinó mi hermano, consiguió hacerme sangrar un poco,y como reflejo solo me limité a relamer la zona con el color rojo. - No digas esas cosas~ Son bastante rudas para un caballero de porte inglés. murmuré con la voz lenta, pesada; casi podría afirmar que parece hasta seductora, ocultando la maldad en mis actos y mostrando en su lugar la supuesta incitación, o más bien, la sensualidad.

Permití que mi hermano respirase, que agarrada de la camisa todo lo fuerte que quiera. Estaba a mi merced y eso era lo único que me importaba.
Ahora fui a repetir el movimiento, pero en lugar de morderle con los dientes, lo hice con los labios, provocándolo como mejor sabía.
Mientras, a pesar de estar agarrado a mi propio hermano, con mis brazos lo rodeé, examinando cada una de sus partes, comenzando por la espalda y su cintura, sin sobre pasar el límite. Por el momento...

Sabía que Scott estaba tentandome, jugando conmigo como quería, pero no estaba en posición de resistirme. Notaba el sabor metálico de la sangre de mi hermano colándose en mi boca mientras tiraba de mi labio suavemente con los suyos, por lo que instintivamente me relamí, rozando sin querer sus labios con mi lengua.
Me helé al darme cuenta de lo que acababa de hacer, era casi como seguirle el juego a Scott y no quería caer en eso.

-N-no estás en condición de decir...que e-es ser un caballero.-protesté, en un susurro bajo. Apreté los labios, intentando poner resistencia de la unica forma que me quedaba, impidiendole un acceso facil a mi boca, mientras notaba las manos de mi hermano mayor recorriendo mi espalda libremente.
Había perdido el control de la situación definitivamente.

Sonreí descaradamente observaba el roce que hizo mi hermano sin querer. Eso hizo que me me mordiese el labio inferior y riése un poco por su respuesta. - So this situation makes you a lady? Rió un poco más por mi propia respuesta, la cual a sido bastante elocuente frente a la situación.

Al notar como Arthur apretaba sus labios, acerqué mis labios a su oído. - Creo que no te tienes que oponer... Susurré lentamente, atrapando después de aquello el lóbulo ajeno con ayuda de la boca.
No permitiría que se me escapara esta vez, no ahora que no hay nadie en este sitio y él está bastante confuso, y si no lo está, seré el causante de su confusión.

-I'm not a lady...-gruñí por lo bajo, frunciendo el ceño ante la risa de mi hermano. No dejaba de burlarse ni siquiera en ese momento, era tan jodidamente típico de Scott.
Abrí ligeramente los labios en un jadeo cuando atrapó el lobulo de mi oreja. Estaba más receptivo ante las acciones de mi hermano de lo que me habría gustado. Cada roce se sentía como si tuviese la piel hipersensible o algo así.
-S-si que tengo...-le contradije, entrecerrándo los ojos con obstinación. No pensaba rendirme tan facilmente, por lo menos lo intentaría hasta que no puediera más...

- Really? Murmuré sin levantar demasiado la voz. Poco a poco se acercaba a su cuello, mordiéndolo suavemente para incitar a mi hermano, el cual me estaba desagradando con tanta impertinencia, y si esto sigue así eternamente... Tomaré medidas.

- Is it disagreeable to touch my lips, my brother? murmuré en su cuello, lamiéndolo con provocación acompañado de un par de mordiscos suaves.
En realidad, esto es bastante divertido, así que pienso explotar los nervios de mi hermano hasta el final. Quiera o no quiera.

-Y-yes...- entrecerré los ojos, negándome a cerrarlos por completo, aunque estuve tebtado de hacerlo y dejarme llevar cuando Scott comenzó a jugar con mi cuello, lamiéndolo y mordiéndolo de forma tentadora.

-Yes, i-its...disagreeable. -me retorcí a medida que continuaba sua acciones, clavando más los dedos en sl pecho de mi hermano. Giré la cabeza lo suficiente para fulminarle con la mirada por lo que me estaba haciendo, por las reacciones que me estaba provocando. Maldito fuera...

Me relamí los labios y ahora opté oponerme con una posición atacante, la cual puede poner mucho más nervioso a mi hermano.
Con un suave empujón cuerpo a cuerpo, agarré con fuerza sus muñecas obligando a que su pecho chocara contra el mío; y seguidamente, aprovechando el acercamiento, hago que mi pierna quede entre las dos de mi hermano, aprovechando que la rodilla choca superficialmente con Londres. - Pues a mí me parece muy dulce...~

Le mordí el labio inferior con provocación, a sabiendas de que eso le molestaba mucho, pero ahora tendría un cúmulo de cosas en las que centrarse: El agarre de sus muñecas, el forzado acercamiento, el golpeo hacia Londres y ahora las mordeduras en su labio.
Esto es demasiado suave, así que no tardaré en ser algo más rudo.

Sentí mi cabeza a punto de explotar por el exceso de sangre que recibía, aun más cuando Scott coló una de sus rodillas...ahí. Tironeé de mis brazos para intenter soltar el agarre que mantenía sobre mis muñecas, pero de un momento a otro me quedé completamente quieto; cada vez que me movía se producía un roce involuntario en mi capital que no ayudaba en nada a calmar mis nervios. Y cada vez veía la idea de que Scott continuara menos repulsiva... ¡¿Pero en qué demonios estaba pensando!?
-Su-suelta...bloody h-hell...-mascullé contra sus labios, mientras los mordía. Maldita sea, era una jodidad sala de música...¿como podía estar intentando hacerme eso ahí?