Charla del pasado con fondo de violín. [Privado: Arthur] [Quizás R-18 o quizás no]

La aula de música era la mejor zona para hablar con el soso de mi hermano.
En realidad, no me agradaba la idea de que tuviésemos que hablar de hermano a hermano sobre temas familiares o sobre temas quizás más personales.
Era un un engorro.

Cotilleé el material instrumental mientras esperaba a que mi hermano apareciese. Si es que se atreve a aparecer.

Me acerqué a la vitrina de cristal, donde miles de instrumentos de diferentes tamaños y apariencias, pedían a gritos que mis hábiles manos tocaran su material con la yema de mis dedos, o al menos con las palmas de mis manos.
Un violín. Eso fue lo que decidí cogerme.
Quizás, para muchos de los estudiantes, son instrumentos inútiles y que solo sirven para desafinar el sonido que les puede brindar dicho objeto. Un lástima que la gente sea tan gilipollas y no lo sepa apreciar.

Me senté en la mesa, me ubiqué bien el instrumento junto con el cuerpo; y, dejé que el arco del instrumento, se rozase con las finas y elegantes cuerdas del objeto. Un hermoso sonido provenía de estas. Eran ta agradable... Tanto como beber whisky escocés o fumar bajo la sobra de un fabuloso árbol en un día de verano.

Me detuve ante la puerta del aula de música, dudando si entrar o no. La musica procedente del interior de la sala -una bella melodía de violín- dejaba claro que mi hermano estaba ya dentro. Inspiré hondo, frunciendo el ceño, mientras agarraba el picaporte de la puerta, imdeciso; allí, a solo unos cuantos metros, se encontraba la persona por la cual me había marchado -escapado- de nuestra casa en Inglaterra y había venido al Shibusen. Era bastante obvio que bajo ningún concepto quería verle.

...Pero tenía que saber a qué había venido aquí. Así que abrí la puerta sin pensarlo más y entré en el aula de música.

Scott estaba sentado en una mesa, tocándo el violín. Esperé en la puerta, cerrándola tras de mí.

Seguí un poco más tocando la melodía que era capaz de calmar cualquier momento de ira de mi interior y a su vez, relajar mis movimientos para que fueran mucho más livianos a la hora de pasar el arco por las cuerdas.

- Um...ya estás aquí. añado con un deje de seriedad mientras sigo con el violín apoyado en su lugar. No pienso detenerme, y si me escucha me dará igual y si me ignora, igualmente.

-Qué observador...-repuse con sarcasmo, molesto porque no se había dignado a soltar el violín una vez que me vió entrar. Era típico en él hacer en todo momento lo que le daba la gana.
Avancé hacia él, situándome a una distancia prudente, mientras me cruzaba de brazos.
-Well?-alcé una ceja-¿Qué es lo que quieres?

Hice sonar unas notadas del violín sin pensármelo dos veces; eso era muy molesto para él, hacer algo mientras habla o mientras espera que le dé toda mi atención.
Pero solo duró un poco.

- Hablar contigo. Añado simplemente mientras me levanto para dejar el violín en su lugar, moviéndolo con un poco de perfeccionismo.

-Lets talk, then-repuse, cruzándome de brazos, mientras seguía sus pasos con la mirada; no pensaba bajar la guardia ni un segundo, no estaba tan loco como para fiarme de mi querido hermano.-No tengo todo el día.
Scott se estaba tomando el asunto con mucha calma, creándome una mayor sensación de nervios en el estómago. Parecía tan confiado, como si estuviera seguro de que la otra persona iba a escucharle sin rechistar.
...probablemente siempre era así.

- Ok. Añadí después de un largo silencio; que, personalmente, era bastante molesto.

Me volví a sentar encima de la mensa, cruzando las piernas como cual caballero soy -cuando quiero-, y finalmente, me saco un cigarro para encenderlo con parsimonia.
¿Prisas? Ninguna.
- Bueno pues... hay puntos que aclarar. digo mientras guardo el mechero en el bolsillo. - Y, claro...si no tienes todo el día, te vas a joder. Hago un sonido similar a un "jum" pero sonriente y después le clavo la mirada con el ceño fruncido. - ¿Qué pasó con tu paciencia, Iggy? Sonrío un poco con guasa, pero esto ahora no era importante, me estaba yendo por las ramas.

-Me la olvidé en los otros pantalones-repuse, indiferente.- No tengo tiempo para perder, y si lo tuviera no lo perdería contigo.- retrocedí para dejarme caer sobre la pared, recargando la espalda en ella, mientras le miraba con los brazos cruzados.-Así que ve al grano, Scott.-pronuncié su nombre con un deje de desdén, haciendo que sonara casi como una palabrota.

Chasqueé la lengua con un poco de molestia por su tono de voz; en realidad, poco me importaba su timbre y demás, pero mi nombre merece un respeto.
- Demasiado grosero te estás volviendo, Iggy... digo en un tono calmado y quizás bastante resquicioso.

- Quiero saber, si fuiste tu el que jodió mi kilt, el que fue burlándose de Nessi o el que osó nombrar mi nombre como "trapo". Apostillo toda y cada una de mis cosas con un tono algo molesto mientras fumaba.

Ignoré su forma de llamarme, acostumbrado a que usara nombres ridículos conmigo.
-¿Disculpa?-alcé una ceja, incrédulo.- ¿De verdad has venido a eso? Porque estás perdiendo el tienpo en estupideces.- paseé la vista por la habitación, desviándo mi atención a cualquier objeto salvo a mi hermano. Despues de todo, no se la merecía.- Sabes que núnca he perdido el tiempo haciéndo cosas como esa, y hace siglos que no voy por casa.- volví la vista a Scott.- Así que ya sabes lo que querías saber. Ya puedes irte, ¿no?-concluí, con tono molesto.

Mientras fumada, ignoraba gran parte de lo que mi hermano me decía.
Dejé que la mente se perdiese en el pasado, ese pasado doloroso en que Wales, irlanda e Iggy, eran unos mocosos que se preocupaban por insignificancias.
Mi mirada se perdió en ninguna parte, pareciendo que quizás miraba a mi hermano, pero en realidad estaba en el limbo de las añoranzas.

Lo último que dijo, me despertó de ese trance tan estúpido. No me servía para nada pensar en esas cosas que ahora no significan nada. Nunca me han servido para mejor hermano, y tampoco me han hecho más fuerte.

- No, eso no es todo. Doy un pequeño salto de la mesa y me acerco a mi hermano. - No, brother. Esto solo es el comienzo... digo en un deje de ultratumba para intentar asustarlo; al igual que cuando era pequeño.

Me tensé, poniendome en alerta conforme avanzaba. Allá iba otra vez, como cuando era pequeño; el mismo tono de voz peligroso, la misma forma de andar acechante... Eso me trajo a la mente imágenes que decididamente no quería volver a recordar.

No me eché a temblar como hubiera hecho antes. Me mantuve en mi posición, aunque aun en algún rincón dentro de mí existieran las ganas de salir corriendo, con los brazos cruzados y expresión depreocupada.
-Ni se te ocurra intentar nada extraño, "brother".-le advertí.

Noté su decisión, una presente forma de defensa contra la intimidación que le lancé a mi propio hermano.
Sonreí levemente delante suya ante su amenaza, alzando la mano y acariciando su mejilla mientras expulsaba el humo en uno de los costados de la boca.
- No sé a que te refieres, Iggy. Añado mientras sonrío con verdadera peligrosidad.

Los ojos, centellean con peligro; aunque eso no es lo peor, lo peor es lo que puede pasar en cualquier momento si las respuestas de mi hermano, no son lo suficientemente buenas para que yo mismo pueda aceptarlas.

-L-lo digo enserio- traté de no ceder ante la mirada de Scott y su sonrisa peligrosa, adoptando una postura más recta, casi desafiante.-Soy un arma brother, puedo vencerte.

Traté de sonar convincente, pero me costaba a horrores. No podía hacerle daño, nunca había podido; desde que era pequeño, cuando llegaba el momento idoneo en el que podía devolverle a Scott el daño que me había causado, me echaba a atrás. Esperaba que el tiempo que había pasado lejos de él y mis años pudieran remediar eso, y esta vez pudiera defenderme si a Scott se le ocurria intentar algo.

Me acerqué más a él, insinuante a la vez que peligroso. - Brother... mentir está mal. ¿No ves como yo digo la verdad aunque duela? Le digo mientras acaricio su cara sin que le dé tiempo a quitársela de encima.

- Debes de aprender a afrontar tus temores. Le apostillo mientras me quito el cigarro de la boca. - Yo...antes temía a algo...algo realmente estúpido, pero...con el tiempo he ido aprendiendo que no debo temerlo. Solo acostumbrarme... el tono peligroso mengua, y en su lugar solo salen palabras sinceras. Casi parece que duele decirlo con naturalidad.
Aflojo el funcimiento del ceño y mis ojos se lanzan contra los suyos, esperando una respuesta a "su estilo". Una respuesta sincera, lleno de sentimientos que solo su hermano podía expresarle.
Pues...al fin y al cabo, Arty (?) es el sentimental de la familia, el que sabe como decir aquellas palabras que yo digo a lo bestia.

No sabía que contestar a aquello. Más bien, las palabras se me atascaron en la garganta. Scott me confundía, siempre lo hacía, con esa personalidad suya tan cambiante. Nunca sabía como iba a reaccionar, a pesar de conocerlo desde hacía tantos años.
Además, no me esperaba que dijese lo que dijo. Me sorprendí preguntándome a qué tendría miedo el causante de mis temores.

-Los estoy afrontando.-dije finalmente, despacio.- Creo que por eso he venido. Tú eras la razón por la cual de pequeño no podía dormir por las noches a no ser que mi puerta estuviese atrancada.-confesé, desviando la vista de los ojos de mi hermano.
De repente, me sentía acorralado.

- Yo no fui el que entró a hurtadillas en mi habitación para degollarme como un cerdo en época de "crianza". Le espeté con un poco de rencor entre tanta calma que mostraba mi aspecto.
- Fue muy cobarde para un mocoso como tú... Añadí mientras miraba en el cigarro como cada vez se acababa más rápido.

Seguidamente, después de un espeso silencio, suspiré. Alcé la cabeza un poco, pues la tenía agachada un poco, y en ese momento, me atreví a añadir: - ¿Qué hubiera pasado si yo no me llego a enterar en ese momento y su vez darte una lección? Me llevé la mano al cuello, tapando la cicatriz que compartimos los hermanos esa noche.
- Y... si no lo hubiera contado...Yo... acallé lentamente la frase mientras mi rostro se volvió dolido y resquicioso por el momento tan doloroso del momento. Seguidamente, sin que le diera tiempo a reaccionar, hundí el cigarro encendido sobre la piel de mi hermano, agarrándolo con firmeza con el otro brazo. - ...yo te hubiera matado con mis propias manos si no hubiera intentado deja que tu acto tan cobarde saliera airoso y como si nada.

No esperaba que mi hermano sacara a flote ese recuerdo. Lo recordaba a la perfección: esperar a que mi hermano estuviera dormido, agarrar el primer objeto afilado que encontré y entrar en la habitación. Acercarme a la cama, levantar el cuchillo...y no poder hacerlo. Y luego, Scott despertándose.

-Ngh...-contuve una mueca de dolor cuando Scott apagó el cigarro sobre mi brazo, y lo retiré bruscamente.-N-no iba matarte...y tú lo sabías. Por eso no hiciste nada.-lleve mis dedos a mi propia marca, en el lado contrario a la de mi hermano. Si de verdad hubiese querido matarme esa noche, yo....- S-si lo hubieses hecho...no me habría defendido. "Matar o morir"... You always said that.-mi vos se fue apagando hasta convertirse en un susurro en la última frase. Recordar el pasado siempre me dejaba en un estado lamentable.

((porras! me equivoqué de color! xDDDD))

- Sí... es cierto... Lo he dicho muchas veces y no me cansaré de decirlo. Lo acerqué a mí con el brazo que estaba agarrado con mi mano con fuerza, pegando su cuerpo contra el mío.
Bajé la cabeza hasta su oído mientras tiraba el cigarro a algún lugar de la habitación, haciendo de una forma elegante pero a su vez se podía apreciar el descaro del pelirrojo.
- Pero... nunca te fíes de quien está armado. Susurré bajo cercano a su oído, sonando suave y calmado.

Con la mano libre, abracé a mi hermano sin soltarlte el otro brazo, dejando que mi respiración fuese rápida y en parte propia en mí mientras pensaba mis palabras.
- Mira...Arty... Seré sincero. Es cierto que no he sido un buen hermano con el paso de los años, pero creo que me conoces lo bastante para saber que no soy un monstruo como todos creen. Anuncié mientras empezaba a flojear el agarre de su brazo.

- También, puede que no sea un estudiante ejemplar y estúpido como alguno de tus amigitos descerebrados... Pero... mira... hay cosas que hay que aclarar y una de ellas es el intento de asesinato que quisiste provocar sin que nadie se enterase. Dije sin apartarlo de mí. - Quiero que sepas... que ese corte te lo hice para que aprendieras 3 cosas...y... no sé si has sido los suficientemente listo para captarlo. Right? Mi tono sonó suave, calmado...casi meloso mientras acariciaba su cabello, hundiendo los dedos en este.

((lo he supuesto xDD no pasa nada))

Un escalofrío me recorrio la espalda cuando Scott se pegó a mi. Sentía la necesidad de empujarle y salir corriendo de la habitación, pero no me moví. Solo esperaba no recibir un tirón de aquellos dedos que ahora acariciaban mi pelo.

Era cierto; mi hermano no era totalmente un monstruo, pero esa rara actitud suya, y sus cambios al "otro Scott" bruto y animal que tanto temía, me hacían dudarlo.
La voz calmada y suave de Scott en mi oido me provocó otro estremecimiento.

-¿T-tres cosas? -mierda, ¿porqué me temblaba la voz?. Intenté remediarlo.-¿Qué tres cosas?

Sonreí de medio lado, inhalando el aroma de mi hermano y recordando como hace uno años atrás no era lo que es ahora mismo.
- Vayas...no te has dado cuenta... murmuro antes de soltar un pesado suspiro sobre su oído.

- Pues... una de ellas es que no debes atacar a tu misma sangre... añado mientras ambas manos abrazan a mi hermano como si de un peluche suave se tratara.
- Lo segundo... es que no debes molestarme cuando estoy durmiendo, ya sabes que me pongo de muy mal humor... los susurros se vuelven livianos y cautivadores mientras mis labios rozan la parte superior de su oreja, acariciando la suave piel de mi hermano sin soltarlo de un fraternal abrazo.

- Y...tercero... comienzo a añadir en un tono extraño, casi sensual y pausado. - Y...la tercera... es que deberías saber que me da mucho morbo que vengas solito a mi habitación de noche~ My little Arty~ añado lo último antes de morderle un poco el oído, sonando entre una mezcla de gracia y de orgullo en tener a un hermano como él.

Sí, lo admito, soy extraño y podría decir que mi carácter choca con el de mi hermano, pero es lo que pasa cuando intentas juntar el fuego con el hielo.

Aparté la cabeza en un acto reflejo cuando los dientes de mi hermano rozaron mi oreja sientiendo como una extraña sensación de nervios se acoplaba en mi estómago y mi garganta.

-W-what the hell...!?- le empujé en el pecho para que me soltara- ¿Morbo? Eres un maldito pervertido, Scott...

Le miré con las mejillas rojas, no sabía si por la vergüenza o por el enfado.

-Fuck, I'm your brother!-le espeté, llevándome una mano a la oreja- ¡No hagas cosas como esa!

- Sometimes, the body sends in action. It's just instinct. Anuncié mientras lo aferraba a mis brazos, clavando mi mirada en la suya.
Las pupilas se ensanchaban y los ojos en sí brillaban por si solos, como si tuvieran luz propia como una de las estrellas del firmamento. Simples cursilerías que ahora me surgen.

- I remember you, you're too. Añadí con tranquilidad mientras acerco mi cabeza contra la suya y le doy un 'inocente' beso en su frente, sonriendo separarnos un poco las cabezas.

"It's just instintic"... Malditos fueran los instintos de Scott si le empujaban a hacer cosas tan extrañas y confusas para mí.

-No, I'm not.-espeté, entre enfadado y nervioso, tratando de apartarlo de nuevo y no mirarlo a los ojos, pues aumentaban esa sensación extraña en mi estómago.- Get the fuck off me!

Cuánto antes me soltara, mejor. No me gustaba sentir que una situación se me iba de las manos.

- ¿Qué temes? Anuncié mientras mantenía firme el abrazo a pesar de su intento de huía. - Estoy intentando no perder los nervios solo para que sepas que no soy lo que crees, Arty...
La voz, pausada y serena, era muy extraña para mí, pero en mi estómago las palabras hacía de este un manojo de tensiones que se reflejaban en las miradas.

- If the devil is following you, let yourself be embraced by him. musité con un extraño tono meloso, notando como mi piel se erizaba por sonar demasiado dulce para mi auténtico carácter.