Perdido en un lugar escalofriante... [Privado Ivan // R-18]

Era de noche en Shibusen. Todos los alumnos estaban durmiendo menos uno, osease, el grandioso y maravilloso yo.

No tenía ni idea de cómo había llegado a este escalofriante lugar. Había estado en la biblioteca estudiando hasta tarde y, al querer volver a casa, había acabado aquí en vez de en la salida. Maldecía la para nada awesome suerte que había tenido. Las paredes eran antiguas y húmedas, y se oían gritos en la lejanía que me dejaban helado.

Quería marcharme de ese lugar lo antes posible, así que me di la vuelta para volver sobre mis pasos, pero alguien más se encontraba aquí. Era una persona muy alta, con un aura un tanto siniestra y amenazante. Tragué saliva, hice de tripas corazón y conseguí preguntar:
-¿Q-quién eres? -Me preparé para lo que pudiera pasar a continuación, ya sea un amigo... o un enemigo.

Hé -Sonreí para mi mismo. Había sido fácil el capturar a Gilbert, tan solo había tenido que adormecerlo con un poco de gas y llevarlo al lugar designado, al parecer lo de ore-sama era solo apariencia y arrogancia. Esta noche me apetecía jugar, un juego que resultaba ser mi favorito, donde yo daba las reglas y los demás las acataban. De momento este juego no contaba con un nombre fijo, pues iba variando a partir de todas las personas que iban jugando en el.
Al parecer el prusiano se había despertado, solo y seguramente asustado, la parte más entretenida del plan se acercaba. Cuando Gilbert trataba de buscar la salida me aparecí, del rincón en el que había esperado su despertar. Allí estaba yo, y un asustado Gilbert el cual me preguntó: "Quién eres?" Me reí, no una de esas risas llenas de vitalidad y júbilo, esta estaba más bien llena de frialdad y peligro.
Contesté un frío "Yo" seguido de un relamer de labios y el resonar de un látigo. Estaba vestido de una manera que algunos calificarían extravagante, mas para aquella ocasión era perfecta: pantalones de cuero negro, ceñidos, y abiertos por dos solapas en la zona de los glúteos. Por lo demás no lllevaba nada, pues iba desnudo de cintura para arriba. También llevaba unos guantes, de cuero negro para hacer juego con los pantalones. Y como colofón finalun restallante látigo.
"Será divertido Gilbert." Dije en un tono frío y un tanto macabro.

[Viva el sado~ :_D]

La risa de esa persona era escalofriante. Y tuve más miedo aún cuando oí el látigo sonar. Pude ver mejor al hombre que me amenazaba, y la ropa que llevaba hizo que me pusiera más nervioso todavía. Retrocedí unos pasos hasta chocar contra una pared. Miré a mi alrededor buscando una vía de escape para huir de ese sádico psicópata, pero se encontraba en un callejón sin salida.
-¡Sheiße! -Exclamé maldiciendo mi suerte. Por alguna razón estaba algo atontado y no conseguía pensar en nada que me pudiera ayudar.

-Miraba a Gilbert, el ahora lastimero y perdido Gilbert. Se le notaba el susto de haberse despertado en un lugar que no era el que debería, y el mareo del gas que lo había ocasionado. Se giró en todas las direcciones, seguramente buscando una vía de escape. Parecía no saber exactamente contra quien se enfrentaba. Caminaba lentamente hacía Gilbert, haciendo que cada paso resonase duramente sobre la fría piedra. El miedo pareció apoderarse de Gilbert, el cual maldició su mala fortuna.

¿Tenes miedo Gilbert? -Pregunté en un frío susurro.- ¿Sientes pánico de que tu awesomidad se rebaje a este nivel? -Me rio y de un último paso que resonó en la piedra me coloqué a tu lado.- Deberías ingenuo, pues no habrá nada que te salve esta vez... Nada -Dije mientras apoyaba el látigo en tu barbilla.-Estás solo.

Me giré y empecé a caminar, dandote la espalda. Tras dar dos pasos me giré, y alzando el látigo te di fuertemente en la pierna derecha, haciendo que se te doblasen las rodillas.-¿Que harás ahora, Gilbert?

Sin poder remediarlo, tenía miedo de ese hombre. Me había cruzado con él varias veces, pero nunca habíamos hablado ni una vez. Un escalofrío recorrió mi cuerpo al notar la escalofriante voz del ruso en mi oído, y me quedé clavado en el sitio, paralizado por el miedo. Volví a maldecir mi suerte en mi mente, y mi nada awesome situación. En mi mirada se mezclaba el miedo y el enfado que sentía en ese momento al escuchar al ruso burlarse de mi awesomidad...

Cuando se dio la vuelta y me dio con el látigo en las piernas, mis rodillas no pudieron evitar doblarse y caer al suelo, aunque conseguí que solo se apoyara mi rodilla derecha. No tenía escapatoria...

Haha... hahahaha -Me reí frenetica y dementemente. Haber sometido a Gilbert era demasiado fácil, casi como echar una carrera con un cojo o jugar al "veo veo" con un ciego. Ver así al pruso... merecía la pena.-

-Me acerqué lentamente a él, haciendo que resonasen duramente mis pisadas. Al llegar hasta él apollé con fuerza el látigo en su barbilla, obligándole a alzar la cabeza.- No me has contestado, Gilbert. ¿Te ocurre algo? -Pregunté con un tono morboso y cruel.- Dejame adivinarlo Da~ ¿Tienes miedo al dolor, humillación y vegación? Ehé -Me río burlonamente.- No me extraña Da~ Estás apunto de ver un acontecimiento que te marcará de por vida ¿Nee? Hahahaha -Me río desquiciadamente. Nadie sabría la razón de mi comportamiento, pues era extraño y sin motivo... No, si era con motivo, uno que estaba arraigado profundamente en mí, y se manifestaba a traves de estos episodios de S&M. Pero aunque me propusiese cambiarlo... no podría, pues ya era parte de mi.

Las acciones de este tipo no tenían sentido alguno. ¿Qué motivos tenía? Aunque ya ni me importaba... Le miré con una mirada con ira y desprecio reflejados; desafiante. Me estaba humillando, sus palabras herían a mi orgullo como nunca antes nadie lo había hecho.

-¿Dolor? ¿Humillación? -Hice una pausa. Tenía razón, eso era parte de lo que sentía en ese momento. Mi mirada desafiante seguía clavada en sus ojos, crueles y sorprendentemente felices. Esos ojos eran inhumanos.

-Tú no eres humano. -Sentencié. No tenía intención de dejar que me hiciera cualquier cosa que pasara por su cabeza en estos momentos, aunque no tuviera escapatoria.

¿Que no soy humano dices? hahaha -Me río de manera cruel y despiadada.- ¡¿Que sabrás tú lo que es ser humano?! Vives feliz en tu "awesome world" y no sabes nada Da~ hahaha Absolutamente nada.

Me posicioné a la altura de Gilbert, todavía apoyando mi látigo en su barbilla.- Ehé -Te miro sonriendo con cinismo, para acto seguido coger una de las bandas de cuero de mi pantalón y amordazarte con él: Es para que no chilles Da~ No queremos que nadie nos descubra ¿Nee? -Cogí otras 2 y até con ellas tus brazos y piernas, impidiendoté la huida: Es para que no corras lejos de mi Da~ Lo sabes... ¿Nee? Que no puedes huir de mi, pero agradeceme esto, no te vendaré los ojos, para que seas testigo de toda la escena.-

Ese comentario me molestó mucho, puesto que yo no vivía en ese "awesome world" del que hablaba. Aunque esa poca valentía que me había surgido de repente se esfumó cuando, sin apenas poder defenderme o evitarlo, me vi atado de pies y manos además de amordazado. No pude contestarle, la cinta de lo que parecía cuero que usaba de mordaza apretaba bastante; en general me había apretado en todos loa amarres. Comencé a sentir miedo, pero lo oculté, soy demasiado awesome como para dejar que se note. A causa de que ató también mis pies, caí de rodillas al suelo. Estaba hiriendo mi orgullo a propósito, y dolía. Dolía por dentro, y mucho. Esto es humillante...